El poder Judicial avanza en la embestida contra el proyecto político que representa Cristina Kirchner. En un insólito alegato, el fiscal Luciani, pidió inhabilitar para cargos públicos de por vida y encarcelar por doce años a la vicepresidenta de la Nación.
Los golpes judiciales y mediáticos no son cosa nueva en el continente, es la forma moderna para derrocar o proscribir gobiernos populares. El poder económico utiliza todas sus herramientas para acabar con el peligro del populismo:
el poder judicial, como principal marioneta, los medios de comunicación con la importante misión de generar el sentído común que avale la condena mediática por corrupción a los dirigentes que los enfrentan, las ONG, políticos, legisladores y hasta influencers en redes.
Cabe remarcar que, imediatamente de conocido el alegato, se produjo una reacción popular en contra de la posibilidad de arrebatar la libertad a la ex presidenta por parte de la sociedad civil, la militancia peronista e incluso de sectores importantes de la Izquierda cómo Miriam Bregman y Manuela Castañeira, quienes se manifestaron sin medias tinta en defensa de CFK y denunciaron persecución política.
Se acercan las elecciones y la derecha ya jugó sus fichas, el campo popular está en estado de alerta y falta el desenlace de una jugada que puede llegar a ser un Boomerang para los enemigos del pueblo, pero que deberá tener encolumnado y organizado al campo popular detrás de de Ella.